Las plantas de interior no solo embellecen tus espacios, sino que también ofrecen beneficios sustanciales. Mejoran la calidad del aire, aumentan la humedad, reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo y fomentan la concentración. Además, algunas variedades tienen propiedades relajantes que pueden favorecer un mejor sueño. Su presencia en entornos urbanos proporciona una conexión valiosa con la naturaleza, contribuyendo así al bienestar general.