Menta Concept

Aphelandra squarrosa

$8.500
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Aphelandra squarrosa

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Planta de Interior, foto de tipo referencial

La Aphelandra, también conocida como planta cebra debido a las distintivas venas blancas en sus hojas, es una planta tropical atractiva pero algo exigente en cuanto a cuidados. A continuación, te proporciono detalles sobre cómo cuidar de esta planta:

Iluminación:

- Prefiere luz brillante e indirecta; la luz intensa es necesaria para que florezca.
- La luz directa puede quemar las hojas, mientras que la luz insuficiente puede hacer que pierda sus características rayas blancas.

Riego:

- Mantén el suelo constantemente húmedo pero no encharcado. Es importante no dejar que el suelo se seque completamente.
- La Aphelandra prefiere la humedad, por lo que podrías necesitar rociar las hojas regularmente o utilizar un humidificador.

Temperatura:
- Prefiere temperaturas entre 18-24°C . Evita temperaturas por debajo de los 15°C

Tamaño de Maceta:

- Para plantas jóvenes, una maceta de aproximadamente 20-25 cm de diámetro puede ser adecuada.
- A medida que la planta crece, podrías necesitar trasplantarla a una maceta más grande.
- Asegúrate de que la maceta tenga buenos orificios de drenaje para evitar el encharcamiento del suelo.

Altura Total:

- En condiciones de interior, la Aphelandra puede alcanzar de 30 cm a 1 metro de altura.
- Puedes podarla después de que florezca para mantener una forma atractiva y compacta.

Consejos Adicionales:

- Durante la temporada de crecimiento, considera alimentar la planta con un fertilizante equilibrado cada dos semanas.
- Estas plantas son sensibles a la calidad del agua; considera usar agua destilada o dejada reposar para permitir que se evaporen los productos químicos.
- Evita las corrientes de aire frío y los cambios bruscos de temperatura.

Ten en cuenta que la Aphelandra puede ser un poco más difícil de cuidar que otras plantas de interior debido a sus necesidades específicas de humedad y luz. Observa cuidadosamente tu planta y ajusta los cuidados según sus respuestas a las condiciones de su entorno. Cada planta es única y puede tener necesidades ligeramente diferentes.